El grupo disidente de las FARC conocido como Estado Mayor de los Bloques y Frente (EMBF), bajo el mando de Calarcá Córdoba, envió una carta al presidente Gustavo Petro solicitándole que reanude los diálogos de paz “sin ultimátum”, tras la reciente suspensión del cese al fuego bilateral.
En un comunicado, este grupo armado señaló que:
“Si en verdad quiere aprender sobre la paz campesina… venga y hablamos, regrese a la Mesa que el pueblo la necesita, sin ultimátum y sin la intención de acabar las guerrillas para que todo siga igual”
La petición llega luego de que Petro no extendiera el cese al fuego que regía hasta abril, a pesar de haber ordenado una suspensión temporal de acciones ofensivas, lo que pausó los diálogos con Calarcá en la práctica.
Desde abril, solo una parte de la mesa de negociación —principalmente con el Frente 33— sigue activa, mientras otros bloques no han sido convocados desde octubre.
En palabras de Petro en Guaviare, es clave que ese grupo “esté dispuesto a que las comunidades sean libres”, lo que sugiere interés gubernamental en avanzar en acuerdos ambientales y rurales.
Diferencias con el enfoque militar
El comunicado de la disidencia contrastó fuertemente con el discurso del ministro de Defensa, Iván Velásquez, a quien calificaron como “amenazador”, y llamaron al presidente a evitar imposiciones que pudieran “romper la Mesa”.
Exigieron además reinstaurar el cese al fuego e implementar un mecanismo de verificación respaldado por la comunidad internacional, incluyendo ONU, OEA, la Iglesia y víctimas, para garantizar transparencia