Recientemente, el concejal Gustavo Basto, a través de ‘Noticias Uno’, cuestionó el manejo de los recursos de vigencias futuras aprobados por el Concejo Municipal de Villavicencio para ser invertidos en obras de infraestructura. Según Basto, estos recursos no se reflejan en los proyectos de la actual administración ni en las obras iniciadas por el exalcalde Felipe Harman, las cuales están detenidas y podrían convertirse en elefantes blancos.
Uno de los proyectos en cuestión es el de vivienda de interés social en el predio La Victoria, iniciado durante la administración de Harman. Este proyecto contemplaba la construcción de 540 apartamentos, pero hasta la fecha no se ha completado ni la mitad, y las obras están paralizadas, afectando a los beneficiarios que esperan la entrega de sus viviendas. El contralor de Villavicencio, Carlos Alberto López López, ha puesto la lupa sobre este y otros proyectos detenidos en la ciudad.
Mientras tanto, la administración del alcalde Alexander Baquero ha promovido eventos como el Festival de Verano en el río Guatiquía, que en su primera edición atrajo a más de 20,000 visitantes. Baquero ha propuesto institucionalizar este festival como un evento anual de interés económico, deportivo, turístico y cultural, argumentando que busca posicionar a Villavicencio como un destino turístico destacado y potenciar el río Guatiquía como un recurso emblemático de la región.
Estas iniciativas han generado críticas por parte de sectores que consideran que la administración actual prioriza la realización de eventos festivos sobre la ejecución de obras de infraestructura esenciales para la ciudad. La falta de avances en proyectos clave y el enfoque en festivales han llevado a cuestionamientos sobre las prioridades del gobierno municipal y el uso de los recursos públicos.
Es fundamental que la administración de Baquero brinde explicaciones claras sobre el estado de las obras de infraestructura y garantice que los recursos destinados a ellas se utilicen de manera efectiva, evitando que proyectos importantes queden inconclusos y se conviertan en monumentos al desperdicio de recursos públicos.