Lo que empezó como una percepción de inseguridad se ha transformado en una verdadera pesadilla para los ciudadanos de Villavicencio. Ayer, con el asesinato de alias "El Diablo", uno de los delincuentes más temidos de la región, esa pesadilla se hizo carne en las calles. Lo que muchos no quieren decir en voz alta es lo que ya es evidente: en Villavicencio no manda la institucionalidad, manda el crimen.
Y aquí hay que ser claros. El alcalde Alexander Baquero no puede seguir actuando como si esto no fuera con él. La ciudad se le salió de las manos y lo peor es que parece ni siquiera entender la magnitud del problema. Su silencio, su pasividad y su falta de liderazgo ante esta crisis de seguridad lo convierten no solo en un espectador, sino en un facilitador por omisión de lo que estamos viviendo.
Porque mientras el alcalde posa para las fotos, en Villavicencio se consolida una estructura criminal que opera con total impunidad. Que un grupo de hombres armados con fusiles y vestidos con prendas similares a las de la Policía haya asesinado a "El Diablo" a plena luz del día es una muestra clara de que los criminales ya no se ocultan: se sienten dueños del territorio.
Y no se trata de celebrar la muerte de un delincuente como un “triunfo” del gobierno local. Muy por el contrario, esto demuestra que aquí ya no hay gobierno. Lo que hay es una ciudad a la deriva, entregada a estructuras del narcotráfico, la extorsión y el sicariato, que operan con una tranquilidad pasmosa, mientras los ciudadanos viven con miedo.
Villavicencio no es una ciudad en disputa, es una ciudad capturada. El alcalde Baquero, en lugar de asumir su responsabilidad, prefiere lavarse las manos y mirar hacia otro lado. Su falta de autoridad, su desconexión con la realidad y su negligencia administrativa han hecho de Villavicencio un símbolo no solo del crimen organizado, sino también del fracaso político.
Mientras los villavicenses se encierran en sus casas por miedo, los criminales desfilan armados por las calles. ¿Y dónde está el alcalde? ¿Dónde está el plan de seguridad? ¿Dónde está la Gobernadora Rafaela Cortés? Ausente. Inexistente. Cómplice, por omisión.
Villavicencio necesita más que comunicados vacíos y ruedas de prensa. Necesita un liderazgo valiente, una estrategia real, y una autoridad que gobierne con la ley, no con evasivas.
- Francisco Cervantes
[Empresario y Panelista de Noticias del Meta]